¿Prepararse para la ruptura?



Por Alicia Ayora Talavera MP

¿Tendríamos que pensar en algo tan fatal como la ruptura cuando apenas estamos construyendo una relación de pareja?

En cierto grado uno sabe que esa posibilidad existe y es tan probable -valga la redundancia- como que sea una relación duradera, quizá una de esas que dure por siempre, o una que dure lo que dure pero que haya valido la pena. Siempre se inicia con entusiasmo dando lo mejor de si.

¿Dar lo mejor de sí?

Prepararse para la ruptura no es hacer planes por si acaso, vivir con el temor y tomar medidas precautorias. Prepararse para la ruptura es no renunciar a las cosas que llenan la vida como la familia, los amigos, el trabajo, sueños, independencia, la libertad de elegir, de decidir cosas para sí mismo.

La renuncia es un acto voluntario, sólo depende de uno y está ligado al placer o bienestar propio, como renunciar a la soltería para casarse o comprometerse. También podemos renunciar en contra de nuestra voluntad o por conveniencia, como elegir no estar con alguien que amamos por salud mental o emocional. Los compromisos tradicionales de pareja, están encabezados por la renuncia a la intimidad con otras personas ¿se trata de una renuncia voluntaria o condicionada? ¿Uno elije ésto independientemente de que el otro lo haga? ¿De verdad es voluntario?

Dar lo mejor o todo de sí, parece que es renunciar en algún grado a la libertad de ser.

Algunos ejemplos:

  • La independencia (ahora todo lo haremos juntos).
  • Los sueños (viajar solo por el mundo, trabajar, estudiar).
  • Aspiraciones (no depender económicamente de mi pareja).
  • Amistades (ya no voy a la boda de mi mejor amigo porque a mi pareja le cae gordo y es motivo de pleito si voy sol@)
  • Privacidad (tiene el derecho de saber absolutamente todo lo que hago, pienso y digo, así que puede revisar mi teléfono, mis conversaciones del Facebook, mi correo electrónico).

¿Hay que rendir a la pareja, cuentas sobre cómo, cuándo, dónde y porqué de lo que uno hace, más que por la necesidad de controlar (que el otro haga lo mismo) que por el deseo de informar?.

¿Para qué se hace o deja de hacer cada cosa con y por la pareja?

¿Cómo se puede dar lo mejor de uno mismo, si se renuncia a todo lo que se es?

¿Cómo poder ser sostén, refugio, soporte, apoyo del otro si se renuncia a todo lo que se es?

¿En qué condiciones puede acabar una persona que ha entregado todo de sí (mejor dicho “renunciado”) en el caso de una RUPTURA por cualquier circunstancia?

¿Qué se quiere ser para el otro? ¿Lo que se desea que el otro sea con uno? ¿alguien que reprime su voluntad pensando que eso es amar de

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