LA VIDA Y SUS OPORTUNIDADES


    Decir que la vida es quien otorga oportunidades o justicia, es negarse a asumir la responsabilidad social que nos debemos los unos a los otros. Oportunidad y justicia son conceptos que hemos fabricado y usado a conveniencia. Si las oportunidades dependieran de la voluntad de encontrarlas, otra cosa sería la vida; la pobreza fuera cosa del pasado y las mujeres podrían estar viviendo una vida libre de violencia. Vivir no solo es estar vivos, las personas llenamos ese tiempo que nos toca haciendo, creando, construyendo ideologías, discursos, cultura, para dar sentido a la existencia.

    Alguna vez platicando con una persona, comentó que no supo que era pobre hasta que las carreteras llegaron a su comunidad y su familia no tuvo la oportunidad de comprar una bicicleta para hacer uso de ellas, o bien, pagar el transporte público que podía acercarle en menos tiempo a su milpa a la que había llegado siempre caminando. Antes de eso no era pobre, se fue haciendo por la falta de oportunidades. 

    Por un tiempo creí que cada quien se cuenta la historia que quiere de su vida; estaba totalmente equivocada, no es para menos cuando se habla desde la propia experiencia. Comulgué con esa idea precisamente porque no había mirado más allá de mi propia vida. Ahora entiendo que las personas están rodeadas de oportunidades de distinto valor y calidad, y que tienen que coincidir una serie de factores para que se abra la posibilidad de que una oportunidad se haga un hecho y ya no sea solo producto de la voluntad y deseo. Que una oportunidad se dé o no, influye en como las personas perciben su experiencia, la forma en que narran sus historias y como las continúan construyendo. 

    Para muchos, vivir ha dejado de ser una oportunidad precisamente por la falta de las mismas. Se construye la confianza, la educación, la paz, la justicia y las oportunidades; esto es asunto de todos. La voluntad y el deseo de bienestar no bastan para tenerlo, a lo que nos enfrentamos no es a las llamadas dificultades de la vida, sino a todo lo que socialmente se ha construido dejando de considerar al otro. 

    ¿De qué hablamos cuando hablamos de ser responsables? ¿respecto a qué o a quién? Uno puede elegir hacer con su vida lo que desee, siempre y cuando no se lleve a nadie entre las patas, hay infinitas formas de hacerlo porque todo está vinculado, nada ni mucho menos nadie funciona por cuenta propia. 

M.P. Alicia Ayora Talavera

Terapeuta de Quinientos25

aatalavera@gmail.com

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